Desde el año 2008, en la Facultad de Psicología de
la Universidad
Nacional de Mar del Plata, el grupo de investigación
Comportamiento humano, genética y ambiente se encuentra trabajando interdisciplinariamente con el objetivo de valorar
el desarrollo psicológico y social de niñas, adolescentes y adultas con
diagnóstico de Síndrome de Turner, a partir del desarrollo de diversas
actividades tendientes a evidenciar aquellos aspectos que puedan ser
potenciados para un mejor desarrollo integral. De esta forma desde el año 2013
una de las variables que hemos comenzado a trabajar es la personalidad. En ese momento nos acercamos a ustedes con el
objetivo de solicitarles su colaboración, consistente en la resolución voluntaria
de un cuestionario de personalidad online. La participación y colaboración ha
sido mayor de lo que esperábamos y los datos obtenidos hasta el momento
resultan sumamente importantes. Es por eso que a continuación les presentamos,
a modo de devolución, el análisis preliminar de los datos sobre personalidad en
mujeres adultas con diagnóstico de Síndrome de Turner, el cual será parte de la
tesis doctoral denominada Perfiles de
personalidad en mujeres adultas con diagnóstico de Síndrome de Turner.
INTRODUCCIÓN
Los estilos y trastornos
de personalidad son un conjunto de características cognitivas, conductuales y
afectivas particulares de cada persona que les permiten adaptarse al ambiente
en el cual viven. Los mismos se desarrollan a partir de una conjunción entre
factores biológicos y ambientales. Por ello el análisis de la personalidad debe
centrarse siempre en torno a dos procesos: la interacción de la persona con las
demandas de su medio ambiente y la interacción consigo mismo. En el desarrollo
de la personalidad las influencias ambientales cumplen un papel fundamental,
debido a que definen las condiciones bajo las cuales se modelan las
habilidades, valores, actitudes e identidades. Por lo tanto las características
de personalidad no se desarrollan de una vez y para siempre sino que son
moldeadas por el ambiente, por las relaciones sociales y por las situaciones
que cada persona debe atravesar en el transcurso de su vida.
Por lo expuesto el
análisis presentado a continuación debe considerarse como datos poblacionales,
es decir como datos generales obtenidos a partir de todas las respuestas que
han sido recolectadas hasta el momento y que describen las características de
personalidad más representativas de las mujeres adultas con diagnóstico de
Síndrome de Turner.
METODOLOGÍA
El análisis se realizó
a partir de las respuestas dadas al Inventario Clínico Multiaxial de Millón II,
en su versión online, por una muestra de 60 mujeres adultas con diagnóstico de
Síndrome de Turner de diferentes lugares de América Latina que decidieron voluntariamente
participar de la investigación.
RESULTADOS
Los resultados
encontrados sugieren que son las escalas autodestructiva, compulsiva y
antisocial aquellas que presentan la mayor prevalencia en mujeres con
diagnóstico de Síndrome de Turner. Cabe destacar que estas tres escalas no
necesariamente deben aparecer juntas en una misma persona, sino que por el
contrario pueden presentarse en forma individual o asociadas a otras escalas.
Sin embargo se hace énfasis en ellas debido a que han resultado, en la muestra
analizada, las más prevalentes.
La escala
autodestructiva describe a personas que se caracterizan por mantener relaciones
sociales de tipo autosacrificada, permitiendo, en muchas ocasiones, que las
demás personas se aprovechen de ellas. Presentan por lo general una conducta
modesta, asumiendo un rol pasivo o no protagónico e intentando pasar siempre
desapercibidas. Son personas que muchas veces consideran que solo haciendo todo
aquello que los demás quieren van a lograr sostener los vínculos sociales que
les resultan importantes. Por lo general no expresan sus sentimientos en forma
abierta por miedo al rechazo o a dejar de contar con el afecto del otro.
La escala antisocial
describe a personas que se caracterizan por actuar con el fin de contrarrestar
el dolor por medio de comportamientos ilegales o fuera de las normas que se
encuentran dirigidos a manipular el entorno a favor de sí mismo. Implica
personas impulsivas y competitivas que ven el mundo como un lugar donde cada
persona debe luchar por sus objetivos, llegando a desconfiar siempre de los
demás. La agresividad es el modo defensivo que encuentran frente a los
sentimientos negativos que infieren de parte de los demás. Son personas que se
consideran a si mismos como enérgicos, asertivos, seguros y realistas, a
quienes no parece importarles la opinión de los demás. Se mostrarán alegres y
gentiles mientras logren sus objetivos pero serán muy desconfiados en el inicio
de las relaciones.
Finalmente
la escala compulsiva de la personalidad describe a personas cuyo rasgo
predominante es la autodisciplina. Mantienen una norma de vida regulada,
repetitiva y estructurada. Son perfeccionistas y muestran un respeto extremo
por las convenciones sociales, prefiriendo las relaciones personales corteses,
formales y correctas. La disciplina también la practican a nivel emocional,
escondiendo sus emociones como si fueran amenazantes y no actuando de forma
espontánea. Presentan un conflicto entre sus sentimientos más profundos y sus conductas
socialmente correctas, razón por la cual rara vez expresan enojo y exasperación
frente a situaciones que realmente lo ameritan y en los momentos en que logran
hacerlo luego sienten una culpa extrema que los atormenta constantemente.
CONCLUSIONES
Estos
resultados son de importancia para el trabajo terapéutico con mujeres con
diagnóstico de Síndrome de Turner, ya que al tener información empírica sobre
sus características y trastornos de personalidad predominantes es posible
diagramar programas de tratamientos específicos que consideren su modo
particular de relacionarse consigo mismas y con el entorno, buscando el
desarrollo de nuevas estrategias que permitan mejorar su calidad de vida. Y, al
mismo tiempo, permite pensar posibles intervenciones a nivel familiar,
especialmente durante la infancia, cuyo objetivo sea la prevención respecto del
desarrollo de características de personalidad disfuncionales.